Video - Melina y Zeus: La Lección del Olimpo

En la cima del Olimpo, Zeus estaba aburrido de las súplicas humanas. Un rayo se posó en sus dedos mientras observaba, indiferente, a los mortales pidiendo lluvia, cosechas y amor no correspondido. Un día, una joven llamada Melina no se atrevió a rezar. Trabajó la tierra con sus propias manos, sonriendo al cielo sin pedir nada. Zeus, curioso ante tal audacia, descendió en forma de brisa y la siguió. —¿Por qué no me llamas como lo hacen los demás? —susurró entre las hojas. —Porque todo lo que necesito está aquí —respondió Melina. — Trabajo, tierra y tiempo. ¿Qué más se puede pedir? Zeus, ofendido, decidió darle una lección. Ordenó una sequía que castigó al pueblo durante semanas. Pero Melina, incansable, cavó un pozo, compartió agua y alimentó a sus vecinos con lo poco que tenía. Nunca vuelvas Intrigado, Zeus se reveló ante ella en su forma gloriosa. Relámpagos, nubes y truenos lo rodeaban. —Mujer, desafías al señor del Olimpo. ¿Por qué? Ella lo miró sin miedo. —Porque los dioses poderosos se revelan en lo que dan, no en lo que quitan. Silencio. Por primera vez en mucho tiempo, Zeus no tenía respuesta. Esa noche llovió como nunca antes. Y dicen que desde entonces, siempre que un mortal actúa con valentía y compasión, Zeus sonríe… y llueve un poco. Síguenos para ayudarnos a publicar más historias.