Video - La búsqueda del Zafiro de la Lluvia: Un pacto con la ciudad
En el corazón de la ciudad, donde los edificios se alzaban como titanes de concreto, Ilan se deslizó entre la multitud, su capa ondeando detrás, un destello en medio del gris. La lluvia caía en un murmullo constante, pero su misión no podía esperar. En su bolsillo, un antiguo mapa que prometía el descubrimiento del Zafiro de la Lluvia, una gema que, según la leyenda, controlaba el clima. Ilan se detuvo frente a un callejón oscuro, el aire impregnado de misterio. "Ahí está", murmuró, señalando una puerta oculta por la hiedra. Con un empujón decidido, irrumpió en el interior, donde un laberinto de túneles subterráneos se desplegaba. El tiempo se desvanecía, cada paso resonando con urgencia, hasta que encontró la cámara secreta. El zafiro brillaba intensamente, custodiado por un ser de agua que se alzó amenazante. Ilan, con un gesto de respeto, extendió su mano. "No vengo a tomarlo, sino a protegerlo", dijo. El guardián asintió, disolviéndose en gotas que rodearon la gema como un escudo. Ilan salió a la superficie, el cielo despejado, habiendo sellado un pacto con la ciudad y su eterna lluvia.