Video - El Templo de Koru: Un Viaje Hacia el Interior
En el corazón de la selva, donde las sombras se mezclaban con la luz del día, Anara corría sin aliento. El rugido de la cascada cercana se mezclaba con los latidos de su corazón, un recordatorio de la misión que había emprendido. En su mano, el mapa desgastado señalaba el camino hacia el legendario Templo de Koru, escondido durante siglos por la densa vegetación. Un crujido a su derecha la hizo detenerse. Allí, entre los árboles, un jaguar de ojos dorados la observaba con una calma inquietante. Anara sintió un escalofrío, pero sabía que no podía detenerse. "Confía en el espíritu del bosque," le había dicho su abuela. Y con esa confianza, Anara avanzó, el jaguar siguiéndola de cerca. Al llegar al templo, las puertas antiguas se abrieron con un gemido. Dentro, un brillo azul emanaba del altar. Anara se acercó, y al tocar la piedra luminosa, una visión de su abuela apareció. "El verdadero viaje es hacia adentro," susurró la visión. Con lágrimas en los ojos, Anara entendió. Había encontrado el templo, pero más importante, había encontrado su propia fuerza. El jaguar, ahora a su lado, se desvaneció en el aire, dejando una sensación de paz.