Video - El Susurro del Cristal de los Deseos
El viento susurraba secretos mientras Aranel corría por el bosque encantado, sus pies apenas tocando el suelo cubierto de hojas. La luna, redonda y brillante, iluminaba su camino hacia el corazón del Bosque de Ilusiones, donde se decía que yacía el Cristal de los Deseos. Con cada paso, las sombras danzaban alrededor, y los murmullos de los árboles parecían advertirle del peligro inminente. Aranel sabía que no estaba sola; el cazador de sombras, un ser de oscuridad y celos, la seguía de cerca, decidido a reclamar el cristal para sí mismo. Su corazón latía con fuerza mientras recordaba las palabras de la anciana del pueblo: "Solo un corazón puro puede despertar el verdadero poder del cristal". Finalmente, Aranel llegó al claro del bosque. Allí, sobre un pedestal de raíces antiguas, brillaba el cristal con un fulgor etéreo. Con el cazador de sombras acercándose, Aranel se arrodilló, susurrando su deseo más sincero al cristal. Una luz cegadora explotó desde el núcleo del cristal, y el cazador fue rodeado por un aura de paz, desvaneciéndose en la nada. Con el peligro disipado, Aranel se levantó, sintiendo una nueva esperanza florecer en su corazón. Había salvado el bosque y, con ello, había descubierto el verdadero poder de un deseo puro.