Video - El Susurro de Gaia: El Nacimiento del Mundo
El primer aliento de Gaia En el principio sólo existía el Vacío, un silencio eterno, sin forma, sin tiempo. De lo profundo de este silencio, nació Gaia, la Madre de Todo, despertando como un suspiro que se hizo viento y materia. Gea era bella e inmensa, con ojos hechos de estrellas dormidas. Se sintió solo. Luego extendió su cuerpo, y de su piel brotaron montañas. De su cabello fluían ríos y mares. Su corazón latía con el ritmo del magma y los árboles que crecían en su espalda. Ella quería compañía. Del calor de su vientre moldeó el Cielo, al que llamó Urano. La cubrió como un manto azul profundo y juntos dieron a luz a los primeros titanes: los vientos, el trueno, la luz y la Oscuridad. Pero Urano temía el poder de Gea. Sus hijos eran fuertes, salvajes, impredecibles. Y uno a uno, los fue escondiendo en sus entrañas, intentando borrar lo que Gea había creado con tanto amor. Gaia lloró. Sus lágrimas formaron los lagos. Pero no se rindió. Con la piedra y la raíz, forjó una espada y se la dio a Cronos, uno de sus hijos olvidados. Y así comenzó el tiempo, con el corte que separó el Cielo y la Tierra, dando origen al mundo tal como lo conocemos. Desde entonces, Gaia duerme y despierta, soñando los ciclos de la naturaleza. En cada flor que se abre, en cada tormenta que se desata, hay un susurro de ella, recordándonos que el mundo está vivo y Nacido del amor y el coraje Síguenos para ayudarnos a seguir publicando historias.